Biografía

Joaquín Brotóns Peñasco nació el 16 de Febrero de 1952, en el nº 6 (actual nº 14) de la céntrica y popular calle: Real, en Valdepeñas (Castilla-La Mancha). Spain. (vía, que también era conocida con los nombres de Sebastian Bermejo o antiguo Camino Real),  en el seno de una conocida y acomodada familia de bodegueros y comerciantes, dedicada a la elaboración, crianza, embotellado y exportación de vinos, entre otras actividades, como la agricultura y explotación de viñas de uvas blancas y tintas, en sus fincas denominadas: «Casa de don Pelayo» y «Casa de la Gorda». También se dedicaban a la venta y comercialización al por mayor y a gran escala de productos hortofrutícolas, pescados frescos, salazones y conservas, bajo la razón social: «Matías Brotóns, Hermanos y Compañía, S.R.C», creada en 1944 por don Joaquín Brotóns Fenoll- abuelo del poeta J.B.P-, junto a sus hijos varones: Matías, Joaquín y Francisco-padre del literato-, aunque el que comenzó el negocio de vinos fue su antepasado antes citado al fundar en 1920, en Valdepeñas, la bodega: «Santa Pola»,  donde el papá del vate, don Francisco Brotóns Gonzálvez elaboraba los vinos blancos y tintos, que tanto gustaban en la mítica taberna madrileña de «Antonio Sánchez» y, especialmente al ilustre doctor y escritor don Gregorio Marañón (fue cliente de las: «Bodegas Brotóns» durante toda su vida, continuando, tras su fallecimiento, su viuda doña Dolores Moya).

LA TERTULIA DE MARAÑÓN Y EL VINO DE BROTONS.

Marañón, tenía su tertulia en la varias veces centenaria taberna madrileña de: «Antonio Sánchez», cuya apertura se pierde en la niebla de los tiempos, hasta que, en 1787, bajo el nombre de posada de la «Maripepa»,  ya servían vino de Valdepeñas, aunque hasta 1892 no pasa a propiedad de Antonio Sánchez Ruiz (Padre), que le cambia el nombre por el suyo; taberna que heredó su hijo Antonio Sánchez Ugarte-el torero y pintor-, que la regentó hasta su  muerte en 1964,  año en la que se hace cargo su hermana Dolores, hasta su cierre en 1979, cuando se jubila «Tasio» (Anastasio) el tabernero que atendió la tasca casi 50 años. Después, tras un tiempo cerrada y corriendo el peligro de desaparecer, ha tenido varios dueños, pero el local siempre se mantenido tal y como estaba desde su fundación, dado que, además, no se puede tocar, ya que está protegido por el Ayuntamiento de Madrid, pero es que la última propietaria que fue la hermana citada del torero, pintor y tabernero A. Sánchez, no permitió nunca que se tocara la taberna, algo que dejó por escrito a todos los interesados en adquirirla, que fueron varios.

En dicha castiza tasca ilustrada y todavía abierta y conservada tal y como se inauguró-salvo las cocinas, el comedor y los baños-, es donde teniendo como confidente el vino de Brotons, compartía la amistad  y sabiduría  el egregio galeno Gregorio Marañón con  prestigiosas personalidades como los escritores: Pío Baroja, Valle-Inclán, Julio Camba, José María de Cossío, Eugenio Dórs, Emilio García Gómez; los pintores: Ignacio Zuloaga (hizo un magnífico retrato de Antonio Sánchez),  Daniel Vázquez- Díaz y Joaquín Sorolla; los escultores, Sebastián Miranda y Juan Cristóbal (realizó un soberbio bronce del torero, pintor y tabernero A. Sánchez);  los afamados matadores, Domingo Ortega, Juan Belmonte y Vicente Pastor,  y el abogado, juez, periodista, cronista oficial de Madrid, fino escritor costumbrista y asiduo colaborador del diario «ABC», Antonio Díaz-Cañabate, que, en su libro: «Historia de una taberna», publicado por: «Espasa-Calpe Argentina, S. A». (Colección Austral), en su edición del año 1947-Volumen extra-, elogia los vinos que elaboraba el procreador del poeta Joaquín Brotóns Peñasco, que era el que degustaban las celebridades citadas anteriormente,  ya que, la bodega familiar abasteció con sus vinos más de 60 años a dicha legendaria tasca, hasta el cierre definitivo, en 1992 de las Bodegas: «Santa Pola» y «Santa Isabel» -propiedad de la familia del escritor J.B.P-, cuya denominación era desde 1967: «Matías Brotóns, S.A.», pero perteneciendo siempre el total del accionariado a la familia Brotóns, cuyo Consejo de Administración estaba formado por los hermanos Brotons Gonzálvez: Matías (Presidente), Joaquín (Secretario), Francisco (1º Vocal), que eran propietarios de 317 acciones cada uno de ellos, junto a Antonio Brotons Sánchez (2º Vocal), dueño de 49 acciones, que suman el total de las 1000 acciones del capital social de la citada sociedad anónima, que fue constituida el 23 de abril de 1967, ante el notario de Valdepeñas, Don Miguel Borrachero Fernández e inscrita en el Registro Mercantil de Ciudad Real, en el tomo 36  General, 8 de la Sección 3ª del Libro de Sociedades, Hoja nº 48, Inscripción 1ª .

LOS POSTISTAS.

También, a partir de 1945, celebraban sus tertulias en la singular citada taberna  y paladeaban  el vino de «Brotons», los componentes del grupo postista: Gabino Alejando Carriedo, Carlos Edmundo de Ory, Francisco Nieva, Carlos de la Rica, Santiago Amón, Ángel Crespo (Se lo recordaba en una carta a su amigo J. Brotons Peñasco), Fernado Arrabal, Federico Muelas… y, especialmente, era asidua la poeta Gloria Fuertes, que se tomó más de un vino con el vate J. Brotons -nieto del fundador de: «Bodegas Brotons»-, al que una noche de vino y rosas le confesó Gloria: «Soy una mística de taberna». Otro buen parroquiano, fue el Premio Nobel, Camilo José Cela, que era un excelente catador de platos contundentes de la casa, que regaba abundantemente con los caldos de Brotons y que redactó, en un magnífico artículo de: «ABC»: …»La taberna de Antonio Sánchez tiene un especial encanto y un grato aire difícil de encontrar ya en Madrid; el caso es que dure y, mientras dura, vida y dulzura…», Camilo José Cela, 1966.

ZULOAGA.

Aunque el que más comía y bebía de todos los tertulianos era el el gran pintor Zuloaga, que, según escribe Díaz- Cañabate: «Don Ignacio Zuloaga, cuando está en Madrid, gusta de ir a casa de Antonio Sánchez. Se come unos grandes platos de judías y se bebe un litro de vino tan terne, desbordante de fortaleza física con sus setenta bien cumplidos»… Cuenta Cañabate que: «una noche en casa de Antonio Sánchez: Juan Belmonte, Juan Cristóbal, José María de Cossío, Emilio Lafuente Ferrari y otros pocos, don Ignacio se comió doce chuetas empanadas, con patatas fritas a tenor, antecedidas de dos platos rebosantes de judías con chorizo y seguidas de cinco torrijas monumentales de cuando Dios quería, y que dieron tanta fama a Antonio Sánchez como sus estocadas y sus cornadas. Y aún quería más torrijas. José María, en nombre de la pintura española, se lo prohibió».

OTROS CLIENTES.

Otros feligreses de la más auténtica y antigua vinatería madrileña: «Taberna de Antonio Sáchez» y del fruto de la uva fermentada de las «Bodegas Brotons» fueron: El duque de Windsor, el mariscal Pétain, el general Millán Astray, entre otros. Igualmente, cabe destacar a los alcaldes de Madrid: Enrique Tierno Galván y Juan Barranco, junto a los periodistas: José Luis Pécher, Luis Carandell, Pedro de Lorenzo y Santiago Castelo. Así como gente del mundo del toro: Los hermanos Peralta, Antonio y Ángel Bienvenida, Curro Vázquez, Rafael de Paula, «Espartaco», «El Juli»…, que, ya de niño, venía de la mano de su yayo a la taberna, donde le asombraban las cabezas disecadas de los toros, que adornaban-aún continúan, como el reloj centenario y la caja registradora, cuyo máximo importe que alcanza son 10 pesetas- el único local abierto en la «Villa y Corte» que, desde hace más de 230 años ya servía vino de Valdepeñas, el famoso «Aloque», del que el historiador y cronista de Madrid, en el siglo XIX, Mesoneros Romanos, dice en sus: «Crónicas Matritenses», que, «810 tabernas se abastecían del «morapio» valdepeñero»; vino que, diariamente llegaba a la «Villa del Oso y el Madroño» en el conocido: «Tren de Vino», que, desde 1861 salía de la estación de ferrocarril de Valdepeñas con destino Madrid y  transportaba 23-30 vagones cargos de pellejos del dorado néctar valdepeñero y del que el gran escritor Alejandro Dumas apostilló: «Era vino de Valdepeñas legítimo, de áspero y excitante sabor. Este vino áspero y espeso que para los buenos bebedores tiene la ventaja de no embriagar».

También, el citado Díaz-Cañabate, en su libro: «Historia de una Taberna», relata refiriéndose al vino de Brotons, que hacía el padre del poeta: «El Valdepeñas es un vino alegre; su alegría es como en color granate, una alegría transparente que deja ver ese fondo de optimismo que todos llevamos en un rincón de nuestra alma».

En los últimos 30 años,  entre la variopinta clientela de este legendario figón se pueden nombrar a: Joaquín Sabina, Pedro Almodóvar- rodó alguna escena de una de sus películas-, Ana Belén, Joaquín Cortés, Camarón de la Isla, Paco de Lucía, «El Príncipe gitano», Rafael Farina, «Tomatito», «El Cigala»…

Asimismo, el insigne facultativo,  G. Marañón escribió: «Vivir es defenderse de la vida que nos va matando. En esta lucha, la eficacia del vino es incalculable», según nos informa el profesor y escritor, Antonio Pasies Monfort, en su libro: «Historia de la taberna más antigua de Madrid (Siglo XVIII: Antonio Sánchez) y otras viejas tabernas de Lavapiés»; que redacta: «Estas son palabras del eminente doctor Gregorio Marañón declarado buen degustador del vino de Valdepeñas y cliente hasta su muerte de Bodegas Brotons, las mismas bodegas que, hasta su cierre en 1992, suministraron el vino a Antonio Sánchez. Tenían fama de ser caldos de calidad lo que hacía que también fuesen de los más caros que se podían comprar en las tabernas madrileñas como vemos en una relación de precios en 1963 que publica el ABC»…

CIERRE DE BODEGAS BROTONS.

Años después del cierre de las nombradas bodegas, el Pleno del Ayuntamiento de Valdepeñas, en sesión del 27 de julio de 2004 acordó rotular una calle con el nombre de: «Bodegas Brotóns», en homenaje y reconocimiento a una familia dedicada casi un siglo a la elaboración, crianza, embotellado y exportación de vinos de calidad, en la que trabajaron cuatro generaciones -incluido el poeta- y en cuyo libro de: «Firmas de Honor» se pueden ver rubricas y dibujos de grandes  y reputados artistas y cantantes como: Nino Bravo, José Guardiola…, junto a prestigiosos pintores, actores, escritores, dramaturgos y poetas, entre otros, en los que cabe destacar: Francisco Maestre, José Luis Samper, Juana Castro Muñoz, José de Miguel Rivas, Manuel Domingo Castellanos, Raúl Carbonell Sala, Vicente Nello, Vintila Horia, Gregorio Prieto, Francisco Nieva, Sagrario Torres, José Hierro, Nicolás del Hierro  y Pablo García Baena, que, el 18 de mayo de 1985 redactó para su amigo el poeta J.B.P. , el siguiente texto: » Para Joaquín Brotóns el vino es carne y sangre en Valdepeñas. En los carros pasan en triunfo, entre risas y pámpanos, los jóvenes cuerpos. Y corre el vino en faústico derroche».

CURRICULUM VITAE.

Joaquín Brotóns Peñasco cursó estudios de: «Comercio» y «Dirección de Empresas», y preparó oposiciones a Bancos, en la  «Academia: «Mizar» (Valdepeñas) y en la «Academia Tecniban» (Madrid), entre otros centros -ver: «Cronología», años 1967 a 1975-, y años más tarde, tras realizar y aprobar el curso de Acceso a la Universidad estudió las asignaturas: «Derecho Natural», «Derecho Romano» y «Derecho Político I», de  Primero de Derecho, en la Licenciatura de dicha carrera, en la «Universidad Nacional de Educación a Distancia» (ENED), donde, posteriormente, siguió estudiando por libre -ver: «Cronología»: años 1995-96-97, y colaboró en trabajos administrativos, en las oficinas de las compañías mercantiles: «Matías Brotóns y Hermanos, S.R.C.», «Matías Brotóns, S.A.» y «Sucesores Hermanos Brotóns, S.L».

Tras el cierre de las empresas familiares trabajó en el Ayuntamiento de su ciudad natal, como encargado de: Archivo, Documentación y Protocolo, pero, especialmente, en el departamento de Prensa y Documentación, donde coordinó la edición del  boletín municipal: «Valdepeñas Informativo», entre otras actividades. Posteriormente, fue destinado a Cultura, sección  en la que se jubiló, en 2017, como Guía del Museo Municipal de Valdepeñas, que contiene una de las mejores colecciones de Arte Contemporáneo de Castilla-La Mancha, junto a las piezas encontradas en el Yacimiento Ibérico del Cerro de las Cabezas, que fue poblado del siglo VI al III a.C.

En la sesión del 26/5/2o14, el Pleno del Excmo.  Ayuntamiento de Valdepeñas, su ciudad natal, a propuesta de la «Comisión de Honores y Distinciones», aprueba y le concede al poeta la Medalla de las Letras: «Juan Alcaide», en reconocimiento a su obra poética y en prosa, galardón honorífico, sin dotación económica, que le sorprendió y emocionó mucho, ya que no lo esperaba.

Ha publicado los siguientes libros:

Poemas para los muertos (1977, Ciudad Real, Castellana. Dibujos de Miguel Mejía Ramos y prólogo de Antonio Ruiz López de Lerma).
Las máscaras del desamor (1978, Valdepeñas, Campos. Prólogo del poeta, Celso Emilio Ferreiro (Miembro de la Real Academia Gallega) y dibujos de Vicente Nello).
Amor, deseo y desencanto (1979, Madrid. Carlos Carballo, editor. Colección: «Los libros participación», nº 4. Dibujo de portada: Óscar Benedí).
La soledad de la luna (1980, Madrid, Colección: LIBROS «DÚO»/Poesía/10, Foto de portada, Carlos Tarancón).
El espejo de la belleza (1982, Valdepeñas. Colección: Juan Alcaide, nº 4/Poesía. Foto del autor: José Luis. Campos Lérida y texto de solapa, José Hierro, Premio Cervantes).
Poemas del amor ambiguo (1983, Valdepeñas.  Colección: Hacia Afuera, nº 9/Poesía).
La desnudez cómplice de los dioses (1985, Colección: Biblioteca de Autores Manchegos, nº 23. Diputación de Ciudad Real. Antología con selección y prólogo del  catedrático y profesor de Latín y griego, en el Colegio Universitario de Ciudad Real, Luis de Cañigral), además de helenista, latinista, poeta y traductor de Cavafis).
Reencuentro en el sur (1987, Málaga. Edición de Ángel Cafarrena. Publicaciones de la Librería Anticuaria El Guadalhorce. Colección: Cuadernos de Raquel, nº 10). Epílogo del poeta y crítico, José de Miguel Ribas.
Rosas negras (Antología, 1998, Valdepeñas, Asociación  Jóvenes Amigos del Vino y Ayto. Prólogo de Luis Antonio de Villena (Premio de la Crítica).
Poemas de Joaquín Brotóns-Cuaderno nº 37./ 17-9-1998- (1998, Málaga. Diputación de Málaga y Centro Cultural Generación del 27. Prólogo de Luis Antonio de Villena, Premio de la Crítica. Foto del autor: M. A. Sánchez y diseño de Pepe Bornoy).
El vino de Valdepeñas en las tabernas de Madrid (1999, Valdepeñas, Ayuntamiento, Asociación Jóvenes Amigos del Vino y Bodegas Viña Albali Reservas).
Selección (2002, Valdepeñas, Ayuntamiento. Antología con Prólogo y recopilación del catedrático y  profesor  titular de Literatura Hispano Americana en la Universidad de Castilla-La Mancha, en Ciudad Real, Matías Barchino. Foto Solapa, Miguel Carmona).
Poesía escogida (2002, Cuenca, El Toro de Barro, nº 191. Selección y prólogo del escritor, ensayista, traductor y crítico literario del diario: «ABC», Amador Palacios).
Joaquín Brotóns: 25 años de vida-obra(1977-2002), (2002, Valdepeñas. Ayuntamiento. Libro-Catálogo de la exposición: J. Brotóns, 25 años de vida-obra. Textos sobre la poesía de J. Brotons,  cuyos autores son: José Hierro, Pablo García Baena y Luis Antonio de Villena, entre otros, junto  a una Cronología y Bibliografía, realizada por el profesor de Literatura de la Universidad de Castilla-La Mancha, en Ciudad Real, Matías Barchino).
El Vino de Valdepeñas en las tabernas de Madrid (2 ª  edición, 2003, Valdepeñas. Colección: Ágora, nº 1. Bodegas Arúspide).
Adiós, Muchachos (2005, Valdepeñas. Publicaciones de la Librería Ibrahím, Colección: El café de papel. Dibujo de portada: Joaquín Morales Molero).
Joven Ilicitano (2007, Valdepeñas, Colección: El Impresor. Prólogo del catedrático y profesor titular de Literatura Española en la Universidad de Castilla-La Mancha, en Ciudad Real, Jesús María Barrajón Muñoz. Dibujo de portada, Ibrahím Mota Verdejo).
¿Regresar al Sur? (2007, Valdepeñas, Colección: Pliegos del Impresor.
Espejo de sombras (2011, Valdepeñas. Ayuntamiento. Ediciones: Selección, nº 6. Biblioteca de Autores Locales. Prólogo del escritor, traductor, ensayista, conferenciante y crítico literario de: «ABC», Amador Palacios).
Pasión y Vida (Antología 1977-2017) (2017, Madrid, Editorial Verbum. Colección: Verbum/ Poesía. Antología con poemas inéditos, y  con Introducción y Selección del  filólogo, poeta, narrador, ensayista, crítico literario y estudioso de la poesía española, Pedro Antonio González Moreno (Premio de Novela: «Café Gijón», Madrid, 2018).

Ha sido incluido en numerosas antologías y su obra está traducida al francés por Francoise González-Rousseaux, al inglés por Hayden Berman y al griego por Paris Bantudis.

Asiduo colaborador en los medios de comunicación impresos: Diario 16, ABC, Lanza, La Tribuna de Ciudad Real, El Día de Ciudad Real y en los diarios digitales:  lanzadigital.com, advaldepenas.com,  elecodevaldenas.es , valderec.es, Valdepenasdigital.es, entre otros. También colaboró en el programa cultural: «Babel», en el: «Rincón de Joaquín Brotóns», que emitió el Canal  de televisión: «TeleValdepeñas», donde disertó sobre poetas y escritores como: Miguel Hernández, Luis Cernuda, Pablo García Baena, José Hierro, Francisco Nieva, Vicente Aleixandre… cuyos vídeos pueden ver en: «YouTube».

Desde 1993 a 2002 dirigió la Galería de Arte  de la emblemática: «Casa el Cojo», donde expusieron sus obras más de una treintena de artistas de varias comunidades autónomas, pero, particularmente, castellano-manchegos, creadores a los que J. B.  presentaba, escribía los textos de los catálogos, reseñaba sus exposiciones en la prensa y clausuraba dichas muestras.  También ejerce la crítica de arte y literaria en revistas y periódicos especializados.

Su obra ha merecido una creciente atención por parte de críticos y lectores, prueba de ello es el número, 14 (monográfico) que la prestigiosa revista literaria castellano-manchega: «El Cardo de Bronce» le dedicó en 1988, en el que colaboraron las más importantes plumas del país, entre otros: Pablo García Baena, Luis García Montero, Carlos Murciano, Vicente Núñez y Luis Antonio de Villena.

Sobre su obra poética se han dictado conferencias y se han escrito estudios, artículos, reseñas y críticas, entre las que cabe destacar las de José Hierro (Premio Cervantes), Pablo García Baena (Premio Príncipe de Asturias de las Letras y Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana), Francisco Nieva (Académico de la Lengua Española y Premio  Príncipe de Asturias), Ian Gibson (Hispanista, escritor, estudioso y biógrafo de García Lorca),  Carlos Murciano (Premio Nacional de Literatura y Premio Nacional de Poesía), Vicente Núñez (Premio de la Crítica), Luis García Montero (Premio Nacional de Literatura, Premio de la Crítica y Director del Instituto Cervantes),  Leopoldo de Luis (Premio Nacional de las Letras Españolas) y Luis Antonio de Villena (Premio de la Crítica), entre otros insignes escritores, críticos y poetas, que elogian su personalísima voz y su sinceridad y valentía al tratar el amor homosexual, el amor griego, en unos años, en los que todavía se podía aplicar  a los homosexuales la famosa y terrible: «Ley de Peligrosidad Social», incluso por hacer apología de dicha tendencia sexual, ya que  se podía considerar :»Escándalo Público»; ley aprobada por el régimen franquista, el 5 de agosto de 1970, «que incluía hasta 5 años  de internamiento en cárceles, campos de trabajos forzados o manicomios para los homosexuales y demás individuos considerados peligrosos sociales», y que estuvo vigente hasta 1995 que se derogó, bien entrada ya la democracia…, aunque a partir de 1982, tras  ganar las elecciones el «PSOE» y acceder al Gobierno de España, dejó de aplicarse la citada ley, que sustituía a la de: «Vagos y Maleantes», creada por el gobierno de la II República de España, que no incluía a los homosexuales, pero que fue modificada por el régimen del dictador Francisco Franco, el 15 de junio de 1954, para incluir la represión y persecución de los gays, lo que ocasionó, que miles de homosexuales fueran  encarcelados y sometidos a todo tipo de vejaciones y humillaciones: violaciones, insultos, palizas, malos tratos, hambre,  incluso servían de conejillos de indias para los psiquiatras…, empeñados en curarlos de su «enfermedad»…, hasta el extremo de darles descargas de electricidad, según narra el historiador Pablo Fuentes: «Hasta comienzos de la década de los sesenta, el doctor Moniz quemó parte del cerebro de homosexuales para curarlos en la cárcel de Carabanchel, de la que era jefe médico».

Además, los gays estaban estigmatizados y eran considerados: «delincuentes» y «enfermos», sometidos a terapias  médicas, los homosexuales eran llamados despectivamente: «violetas», «sarasas», «mariposas», «de la cáscara amarga», «de la acera de enfrente»…, basta decir que, a partir de 1939 las únicas alternativas para los llamados vulgarmente: «Maricones declarados», fueron las humillaciones, los insultos, la brutalidad de las palizas, el destierro, la soledad, el exilio, la prisión y la muerte…

Todo ese dolor y sufrimiento forma parte de la historia de España, que, afortunadamente, ya pasó y esperemos que no vuelva nunca más, que no regrese esa página negra a la piel de toro ibérico, pero que no lo olviden las nuevas generaciones, que creen ciegamente, que siempre hubo la misma libertad que ellos disfrutan actualmente. No, no fue así.

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